lunes, 31 de diciembre de 2012

Hasta el año que viene

Hola:

Hoy, último día del año 2012, escribo para celebrar su despedida y plasmar mis propósitos o intenciones para el 2013.

2012 ha sido un año duro en lo personal y en lo profesional. Sin embargo, sus lecciones han sido extraordinarias y muy beneficiosas, pues creo me han permitido crecer en los dos ámbitos.
Casualidad o no, 2012 ha supuesto el fin de una etapa de mi vida, de una era; en todo caso, un fin. Aunque esto no es del todo cierto, pues a todo fin le sigue un principio y 2012 ha sido "el año de la semilla".
Resumiendo: en 2012 he puesto fin a una etapa y he sentado las bases, o plantado la semilla que voy a regar y alimentar a base de esfuerzo, ilusión y horas, muchas horas para que en 2013 empiece a dar sus frutos.

En cuanto a los propósitos, pues soy bastante convencional (creo), por lo que lo primero que haré será apuntarme a hacer ejercicio fuera de casa. Y es que, como no me obligue a salir, la mitad de las veces la bici casera se queda "más sola que la una". Ya lo tengo todo mirado, así que el día 2 de enero toca matricularse.
El segundo propósito es acondicionar "el cuarto de arriba" para mudarme de "oficina". Ya tengo las herramientas (lejía, trapos, fregonas, pintura, uniforme y grandes dosis de ganas, muuuuuuuuuuuuuchas ganas).
Y el tercer propósito es centrarme en lo realmente importante y dar lo mejor de mí en ello. Y restar importancia y tiempo a lo que no lo es. Dejar de ser menos sufridora porque, como decía mi  maestro del cole preferido: "en esta vida todo tiene solución, menos la muerte".
Tengo muchos más propósitos pero, ¿para qué alargar esta última entrada? Mejor ir narrándolos conforme se vayan convirtiendo en logros y así tengo algo de lo que escribir en 2013 ;)

Y para concluir, los agradecimientos. Quiero dar las gracias a Ana @playmobiles por toda la ayuda que me presta y me ha prestado, por sus consejos, sus críticas constructivas, sus ánimos y por creer en mi, sobre todo por esto último. Y por ser ahora la misma chica con la que compartía desayunos, salidas, entradas y alguna que otra "trastada residencial" en Granada.
Y por supuesto, quiero dar las gracias a Fer, la persona que ha creído en mi desde el principio, desde siempre. La persona que me ha elogiado y que me ha criticado, que nunca me ha dicho lo que quiero escuchar, sino lo que realmente piensa. La persona que me ha ayudado a levartarme cuando me he caído, y que ha celebrado mis logros conmigo. La persona que me apoya en todo, menos cuando quiero tirar la toalla. La persona que aguanta mis malos modos cuando "estoy que trino" y que me baja cuando me voy demasiado alto. La persona que encaja con resignación (o como buenamente puede) mis jornadas interminables frente al ordenador.
Porque lo más importante y lo esencial es que uno crea en sí mismo, pero tener a alguien que te lo recuerde de vez en cuando no está nada mal (ni de más).

Sin más, que tengáis una buena entrada de año, que disfrutéis al máximo, cada uno a su manera y que retoméis el 2013 con muchas fuerzas, ganas y energía.

¡Hasta el año que viene!



miércoles, 19 de diciembre de 2012

¡Ay, paloma de mi corazón!

Hola de nuevo:

No, hoy no vengo a contaros algo sobre mi día a día como traductora. De hecho, esta entrada, a diferencia de las otras, no es fruto de la planificación; la entrada de hoy surge de la espontaneidad.

Hoy no ha sido uno de los días más brillantes que he tenido; no todos pueden serlo, sería aburrido. Sin embargo, antes de irse ha querido hacer las paces conmigo.
No sé si a alguno de vosotros os pasa lo mismo. A veces, muy de vez en cuando, con menos frecuencia de la que desearía, me gusta pararme frente a mis estanterías y ojear libros. Sobre todo, libros que tienen varios años.
Afortunadamente, tenemos una biblioteca muy rica. No sé si será porque cuando iba al cole y al instituto nos "obligaban" a leer (¡y lo hacíamos!), o  porque en casa nos lo inculcaron, o tal vez porque lo he heredado o si más bien será un poco de todo, pero de pequeña leía; mucho.

Leía y respetaba mucho a los libros, los ciudaba. Y ahora, me encanta contemplar todos esos libros infantiles de tan diversa naturaleza. Ahora comprendo que las peleas con mi madre por hacer cajas y cajas de libros merecieron la pena.
Cada libro me transporta a un momento de mi vida, me trae sus imágenes, sus olores, sus sensaciones. E incluso vuelvo a sentir la edad que tenía entonces. Puede parecer cursi (a veces puedo llegar a serlo, ¡y sin esfuerzo!), pero es un momento extraordinario, mágico. Es ahondar un poco en mí, y sacar, recuperar, volver a encontrarme con la niña que un día fui; con el niño que todos llevamos dentro y que creo no debiéramos abandonar jamás.

Si me preguntárais cuál es mi libro prefierido, o cuál lo era cuando era niña, no podría contestaros. Sí es cierto que quizás algunos hayan sido más especiales, o que hay alguno que recuerdo con más cariño, pero todos forman parte de mi, de mi vida, he crecido con ellos y, de alguna manera, me han ido dando forma.
Hoy he recuperado un libro de poemas de Juan Ramón Jiménez que mi padre me regaló cuando tenía siete años. Recuerdo que lo leía y lo releía. Me encantaba y en parte creo que es por las ilustraciones en blanco y negro que contiene (puse mi granito de arena coloreando algunas).
Este libro contenía algunas hojas en blanco para que el niño o la niña en cuestión escribiese sus propios poemas. Y sí, yo leía y también escribía. No he podido sino llorar de risa, pero ¡oye!, ¡no había faltas de ortografía! (sí, que era lo "normal" en aquella época, pero casi lloro de emoción). También es cierto que las poesías las escribí cuando tenía nueve años, ya no era "propio" tener demasiadas faltas.

Aquí os dejo la foto del libro y de una de mis poesías (falta una coma tras el "¡Ay!" en la última línea pero ¡caramba!, ¡di con el correcto!)

Pequeños poetas

 Perdonad la mala calidad de la foto. Para aquellos interesados en interpretar la poesía, la "traduzco" a continuación:

Paloma de mi corazón,
vuela hacia el Sol,
vuela alto, muy alto
y suelta tu alegre encanto.

Hacia el horizonte ve volando,
Paloma de mi corazón
¡ya no vuelvas a esta Nación!

Tus ojos son dos luceros
que me miran atentos
desde el cielo.
¡Ay paloma de mi corazón!

Todo esto, además de haberme traído recuerdos y sensaciones entrañables, me hace plantearme una serie de cuestiones. Por ejemplo, si "quizás" teníamos menos faltas de ortografía porque leíamos mucho (o al menos más de lo que los "peques" leen ahora), o si antes éramos más creativos debido a la lectura y si extendíamos esta creatividad a otras áreas (dibujo, pintura, baile, escritura, invención de juegos). Y también si esa práctica lectora y su consecuente creatividad influyeron en la elección de mis prácticas profesionales pasadas y actuales. O si estamos perdiendo creatividad, talento, por no explotar la creatividad de nuestros hijos (en mi caso, sobrinos). Y si esa creatividad viene de o está ligada a los libros, esos maravillosos compañeros de aventuras; de la vida.

A veces, como comenté en una de mis primeras entradas, me dejo arrastrar por la vida; es muy fácil que la vida te arrastre. Y dejo atrás varias cosas. Pero entonces me paro y voy hacia una de esas estanterías y cojo un libro. Y recupero una parte de la niña que un día fui.

Y vosotros, ¿tenéis algún libro infantil o juvenil que fuera especial, o al que tengáis especial cariño?
Os invito a compartirlo y quién sabe, quizás podríamos crear una biblioteca con los títulos (y las fotos) de aquellos libros que influyeron, de una  manera u otra en la "creación" del traductor o lingüista que hoy somos.

martes, 4 de diciembre de 2012

ETIM12, mi segundo "sarao traductoril"



Hola de nuevo a todas y a todos:

En primer lugar, perdonad por la ausencia. Tengo muchas cosas que contar y podría haber escrito mil entradas (sí, soy andaluza y exagero), pero quería esperar a regresar del ETIM12 y unir así varias ideas.

Como seguramente sabréis (y si no, yo os lo digo), el pasado fin de semana se celebró el III Encuentro de traductores e intérpretes profesionales en la ciudad de Málaga. Si queréis saber qué se coció allí, podéis consultar y leer las distintas crónicas en la siguiente página, donde también encontraréis el programa y contenido de las ponencias.

Yo no pretendo hacer una crónica del encuentro. Como sabéis los que habéis leído alguna vez el blog, mi propósito es narrar mi experiencia personal, los pasos de este camino que voy recorriendo día a día, sin pausa pero sin prisa: el de la traducción profesional.

Bien, como ya os conté en esta entrada, mi experiencia en los saraos traductoriles es escasa; acaba de empezar. Las jornadas científicas y profesionales de traducción médica organizadas por APTIC y Tremédica fueron mi primer contacto. Me fui sola, sin conocer a nadie, pero no importaba, iba a un lugar lleno de traductores. Y allí, durante el desayuno de la última jornada, conocí a tres malagueñas estupendas que me animaron a acudir al ETIM de este año. Lo pensaba una y otra vez y, como siempre, decidí hacerlo sin pensar. Me apunté y listo. Ya no había vuelta atrás. Algo que me ha costado su “tiempecito” aprender es que lo bueno, lo positivo, no se piensa, se hace. 

Volví de Barcelona encantada y con ganas de más, por lo que la asistencia al ETIM12 era un must. Pero mientras la fecha llegaba, había mucho que hacer: distintos tipos de CV (como señalé en esta entrada), cartas de presentación, búsqueda de clientes, cursos de especialización y de formación continua, página web profesional, elección de mi marca personal, diseño y elección del logo, idas y venidas a Hacienda, pruebas y tarjetas, ¡las tarjetas! Como bien me recordaba mi “madrina traductoril” y bien nos repitió Xosé Castro en su ponencia del ETIM12, un traductor no puede salir de casa sin su tarjeta (o tarjetas). Como aún no tenemos lista la página web (soy muy “tiquis miquis”, como decía mi gran profesor Julian Bourne), solo me hice unas cuantas para repartirlas entre colegas del gremio.

Y aquí están, en compañía de las tarjetas que me dieron otros profesionales durante el ETIM12 y la chapa de Quijano Traductores. ¿Adivináis de quién es cada una? :)


 
 
  



















Y la pregunta del millón es: ¿Qué me ha aportado mi experiencia en el ETIM12?, ¿qué he aprendido?, ¿qué destaco?, ¿me ha servido de algo? Al final ha salido más de una pregunta :S.

Como siempre digo, todo sirve de algo en esta vida, todo lo que hagas te aportará siempre algo, ya sea positivo o negativo y podrá ser susceptible de propiciar algún cambio en ti o en tu vida. En este caso, la experiencia ha sido muy positiva, ¡faltaría menos

Como ya he señalado, me reencontré con las “culpables” de mi asistencia al ETIM12 y con una compañera de carrera, Amparo Rubio. También “desvirtualicé” a Nieves Gamonal y a José María Izquierdo y pude conocer a otros, como a Ana Belén Lozano, a Sarah de Quijano Traductores o a Valeria, de Rainy London.

En cuanto a las ponencias, todas me parecieron muy interesantes y de todas aprendí algo. Por ejemplo, antes de ir al ETIM12 el mundo del testeo de videojuegos era un enigma para mí. Gracias a la ponencia de Curri Barceló descubrí que… ¡No! No quiero ser tester :) Pero por si acaso, y apelando al refranero…

Facebook via Qué Loca Está la Peña


Con Olli Carreira se despejaron algunas de mis dudas fiscales y, al hablarnos de sociedades, aparecieron otras. Pero no pasa nada, dentro de poquito podremos resolver todas nuestras dudas en Duckling & Co.

Descubrí la interpretación en los medios de comunicación de la mano de Lluís Cavallé. Hasta entonces, un mundo totalmente desconocido para servidora, de igual manera que la interpretación de la poesía. Menos mal que Francesca Randazzo nos mostró esta maravillosa modalidad.

Elena Fernández, de Trágora, me recordó con un gran desparpajo que soy “una mala madre”, pues tengo abandonado al pobre LinkedIn y no lo alimento diariamente.

Y hablando de desparpajo, ¡cómo disfruté con Celia Rueda! Esta abogada malagueña me recordó que sí, que la protección de datos tiene mucho que ver conmigo.

Eugenia Arrés, como siempre, demostró que es una excelente oradora ¡y documentalista! ¡¿Cómo puede conocer tantos programas y aplicaciones?! 

Todas las ponencias me enriquecieron mucho, porque de todas aprendí. Todas estaban muy “curradas”. No obstante, si hicieran conmigo uno de esos ejercicios en los que te dicen: te digo X y tienes que responder lo primero que te viene a la cabeza, siendo X = ETIM12, lo primero que me vendría sería “MODESTIA. CREE EN TI”.

Pero, ¿cómo? Esta chica está desvariando (más de lo normal).

La primera idea proviene de la ponencia de Juan José Arevalillo, director gerente de la empresa Hermes Traducciones y Servicios Lingüísticos. No sé, quizá me llamó la atención porque siempre lo hizo lo extraño, o mejor dicho, lo escaso. Pese a quien le pese, la modestia es algo que escasea en estos días, y no solo en nuestra profesión. Todos tenemos recuerdos de nuestra época como estudiantes de TeI o “ciencias afines”, por lo que no añadiré nada más. Pero como digo, la modestia escasea por todos lares. La modestia y la humildad. Como bien dijo Juan José Arevalillo, siempre habrá alguien que sepa más que tú, de cualquier cosa y en cualquier aspecto de la vida. Por mi parte, pienso que sin humildad y modestia es imposible crecer, progresar. Crecer como profesional, y como persona. Y, ¿no es ese uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos? Crecer, superarnos a nosotros mismos día a día. Si ya lo sabes todo, no tienes nada más que aprender, de nada ni de nadie, ¿a qué te dedicas, chaval? Ya que tenemos que estar aquí (yo de manera inesperada, de ahí mi nombre) ;), ¿por qué no intentar ser el mejor? No el mejor traductor del panorama, como bien apuntaba Xosé Castro, sino el mejor traductor que hay dentro de uno; exprímete, estírate, ve subiendo peldaños, ve creciendo como persona, y como profesional. Pienso que, hagas lo que hagas, uno tiene que aspirar a hacerlo lo mejor posible; lo  mejor posible en cada momento o etapa de su vida. Da igual que limpies calles, construyas casas, hagas tartas, dirijas una multinacional o traduzcas; si no eres modesto y humilde, no podrás aspirar a ser el mejor. Yo quiero llegar a ser la mejor Inés, en todas sus facetas. Y para ello intentaré estar siempre abierta al aprendizaje, y cuando digo siempre es siempre, hasta el día que deje de existir o me vaya “pal otro barrio”, que es más de mi pueblo.

Sin embargo, ser modesto o humilde no implica no creer en uno mismo, como bien nos explicó Xosé Castro. Uno tiene que creer en sí mismo, conocer cuáles son sus virtudes, sus puntos fuertes, pero también sus flaquezas. Negar las últimas solo nos hará ser menos profesionales o más mediocres. Bueno, eso solo si no eres modesto. Porque si eres modesto, sabrás que esas flaquezas solo son flaquezas mientras no las alimentes, esfuerzo mediante, y las conviertas en tus aliadas. Nos gusta hablar de los retos en traducción; bien, este es un reto más. Demuéstrate a ti mismo que eres capaz de superar esa deficiencia que AHORA tienes y gana una destreza más. Y crece como profesional, y como persona. Pero si ya eres un Dios, no puedes aspirar a superarte, por lo tanto, MODESTIA.

Xosé también nos habló sobre la aCtitud y la aPtitud. Al escucharle no pude evitar recordar la frase que nos dijo el profesor de T-8 allá por… por allá:

“En las empresas, a muchos de los alumnos se les contrata por la aPtitud y se les despide por la aCtitud. De ahí que prefieran a los que tienen una media de notable”.

Por supuesto que tienes que tener una buena aptitud, pero de nada sirve ésta si luego eres “un búho”, o si eres poco o nada modesto. ¿Por qué? Porque siempre habrá alguien que sepa más que tú. :)
Como acostumbro a decir en todo lo que escribo, pienso que en el término medio está la virtud. Cree en ti, pero sé realista. Sé modesto, pero no pienses que no tienes nada que ofrecer.

Y ahora, ¿qué? Pues ahora a seguir trabajando. Y a comenzar a trabajar aquellas flaquezas o deficiencias que el ETIM12 me ha permitido identificar. Porque el ETIM12 no ha terminado. El ETIM12 no ha hecho más que empezar.

P.D.: ¡Enhorabuena a todo el equipo de Educación Digital por hacer posible este encuentro y reencuentro!

jueves, 18 de octubre de 2012

Una de currículos, experiencia y alguna que otra tortilla

Hola de nuevo a todas y a todos:

Llevo bastante tiempo queriendo escribir esta entrada, pero unas veces porque surgen otras tareas y otras, porque se me van ocurriendo más ideas o enfoques para su redacción, lo cierto es que siempre lo he ido posponiendo.
Pero aquí estamos, de hoy no podía pasar :-)

Como sabéis estoy empezando mi aventura como traductora autónoma. En las entradas anteriores os he contado algunos pasos que he dado hasta ahora.
Hoy trataré un tema que siempre está de actualidad: el currículo (CV en adelante) del traductor.

Bien, para poneros en antecedentes os contaré que, siguiendo los consejos de numerosos traductores, ando sumergida en la creación de mi página web profesional. Y habéis leído bien, ando totalmente sumergida, pues soy una persona muy curiosa (qué raro, ¿no?) y me gusta involucrarme en mi propio proyecto en la medida de lo posible. Y digo en la medida de lo posible porque soy consciente de mis limitaciones y por eso cuento con la ayuda y asesoramiento de quien sí tiene un conocimiento más profundo de programación; mi pareja :-)
También estamos sumergidos en la creación de mi marca personal, y espero poder enseñaros todo pronto. Mientras tanto, vamos a lo que íbamos.

Una de mis tareas diarias es buscar clientes. Para ello, he dividido mi búsqueda en clientes directos, finales, y agencias o empresas de traducción. En esta entrada me centraré en las agencias o empresas de traducción.
Al acceder a sus páginas web, he comprobado que cada agencia o empresa tiene su propio criterio de selección y de admisión de información o documentación. Así, unas tienen un apartado específico donde publican sus ofertas de trabajo, otras piden rellenar un formulario específico para traductores (donde la información contenida también varía de manera considerable), en otros casos ofrecen un formulario donde insertar tus datos y escribir la consulta que deseas realizar, otras solo te piden que envíes un CV, y otras que acompañes este último de una carta de presentación.

En un principio, y tras leer opiniones diversas, yo pensaba que una página web profesional ya era tu carta de presentación, otra manera menos tradicional y más innovadora de hacer tu CV.
Sin embargo, he encontrado agencias y empresas donde además piden que adjuntes un CV.
De ahí que dedicara bastante tiempo a informarme sobre otras maneras de hacer currículos. Afortunadamente, hay numerosas entradas en blogs de traductores y otros profesionales o portales de empleo. Recomiendo la lectura de la siguiente entrada en el blog Mis apis por tus cookies, donde se detallan modelos distintos en cuanto a la forma y al contenido. Existen muchísimas entradas en blogs de compañeros, sólo tenéis que investigar un poco.

A mi me gustó el modelo propuesto por Cuvitt. Me parece interesante que destaque los distintos tipos de "talentos" que poseemos; lo vi en consonancia con la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner (Premio Príncipe de Asturias 2011 de Ciencias Sociales.y me gustó porque pienso que prioriza las capacidades personales. Creo (y esta es mi opinión personal) que todos tenemos múltiples inteligencias o, dicho de otra manera, que a todos se nos dan bien varias cosas, o que somos buenos en varias áreas. Para mi, que no hayas desarrollado una capacidad no quiere decir que seas malo en esa área o que seas incapaz de adquirir esa destreza, o talento o tipo de inteligencia. Otra cosa es que todos tengamos nuestro talento preferido o que uno destaque sobre el resto.

                                                                                                                                                                        
Fuente: www.infoamerica.org


Así pues, me registré en Cuvitt y me hice un CV distinto. Lo cierto es que me gusta bastante el enfoque, pero no terminaba de convencerme, me faltaba algo.

Por otro lado, había visto miles (bueno, no tantas, es que soy andaluza y según dicen somos exagerados) de plantillas para hacer currículos; unas generales, otras específicas para traductores, pero tampoco se adecuaban a mi perfil o a lo que yo quería expresar.
Pero claro, yo tenía hechos varios modelos: un modelo europass en inglés y otro en español, otro tradicional en español y otro basado en las capacidades y específico para el trabajo de traductor. Este último me lo enseñaron durante la carrera y es el que más solía utilizar.
Sin embargo, los tiempos cambian, las TIC se imponen y la creatividad y originalidad se antojan más necesarias que nunca.

Gracias a la ponencia de Anna Romero en las jornadas de Tremédica de este año, descubrí un programa para realizar presentaciones, Prezi. Y un día se me ocurrió que podría ser una buena herramienta para crear un CV dinámico y diferente. Me abrí una cuenta y empecé a investigar. Y descubrí que había más gente que había pensado lo mismo que yo :-)
Aquí os dejo uno que me gustó mucho:

Aunque la idea de este tipo de CV me parece original y diferente y, a pesar de estar creando uno, me faltaba algo. Quería crear uno estático, que pudiera imprimir, que fuera diferente, original y que se ajustara a mi realidad. Pero la inspiración nunca llegaba. 
Hasta que un día, se planteó el tema de  las posibles plantillas para hacer currículos en el grupo de discusión de Asetrad. Y de ahí me surgió la idea de crear una plantilla para mi CV con Word, la que se ajustara a mis necesidades. Comencé a experimentar, a añadir formas, cuadros de texto, colores, imágenes, etc. Y así surgió lo que he denominado mi CV. No obstante, es un primer experimento; todo en esta vida es mejorable, o al menos eso pienso yo.

Y ¿qué criterios he elegido? Pues veréis, como señalé antes, prefiero el enfoque de las capacidades y las competencias y he intentado sacar partido a mis deficiencias; darle la vuelta a la tortilla, por decirlo de alguna manera.
En primer lugar, puesto que mi objetivo es dedicarme a la traducción autónoma, le he dado el enfoque de una empresa que ofrece sus servicios, no el de una persona que busca que una empresa la contrate. Por lo tanto, explico qué he hecho y qué puedo hacer por la persona o la empresa que lea el CV.
He incluido mi nombre comercial y personal y una foto, y señalo los servicios que presto, mis lenguas de trabajo y las áreas de especialización. Al final del documento he añadido mis datos de contacto; número de teléfono, dirección de correo electrónico y Skype. Cuando tenga la página web, añadiré la url.
He optado por no incluir mi dirección de correo postal, ni mi fecha de nacimiento, etc. porque, como indiqué antes, he planteado el CV como "un folleto de promoción" de una empresa (sí, una empresa unipersonal).

En el área de formación, sólo he incluido aquella relacionada o que pueda ser de utilidad en el área de la traducción o de otros servicios que quiero prestar (teniendo en cuenta que quiero dedicarme a la traducción y a la accesibilidad de productos audiovisuales, añadiré la licenciatura en TeI, el posgrado en subtitulado para sordos y audiodescripción para ciegos y cursos de Lengua de Signos Española). Sin embargo, lo que me interesa mostrar no es (únicamente) los títulos o formación que he adquirido, sino qué destrezas, competencias o contenidos he adquirido y estudiado y cómo puedo aplicarlos. Para resaltarlos, he planteado preguntas del tipo ¿qué destrezas adquirí?, ¿qué aprendí? o ¿qué hice?

El planteamiento en el apartado de experiencia profesional es similar. Sólo he añadido aquella que me ha permitido adquirir un bagaje cultural, práctica o cualquier tipo de destreza o competencia que esté relacionado directa o indirectamente con el ejercicio de la traducción y que se  pueda aplicar a esta profesión. Por ello, he redactado preguntas como ¿qué aprendí de esta experiencia?, ¿qué (beneficios, experiencia) me ofreció este trabajo? o ¿qué destrezas adquirí?
Aquí os muestro como quedaría mi apartado de experiencia laboral:


Como veis mi experiencia laboral como traductora profesional es escasa, de ahí que destaque las cualidades y competencias que he desarrollado en mi vida laboral que se ajusten y que sean necesarias para todo traductor profesional.
Por ejemplo, es muy recomendable haber vivido o trabajado en algún país donde tu lengua origen sea la materna, pues como sabemos, para traducir no sólo es necesario tener una buena base lingüística o conceptual, sino también cultural. Pues en mi caso, menciono mi trabajo como auxiliar de conversación española en Inglaterra y destaco que, gracias a este trabajo, pude mejorar mi lengua materna (pues es la que enseñaba y ya sabemos la importancia que tiene dominarla y usarla correctamente en esta profesión) y que además, me permitió realizar una inmersión lingüística, también muy recomendable para la labor traductora (y no lo digo yo, sino los que saben mucho mucho, como Corinne McKay).

Por eso, es importante saber qué piden en el mercado laboral; qué capacidades y competencias se esperan de vosotros. De esta manera, podréis analizar a qué experiencias formativas o laborales, o incluso personales podéis sacarle partido para hacer ver a vuestros posibles clientes que sí reunís las condiciones necesarias para poder realizar un buen trabajo y convencerlos, persuadirlos para que os den la oportunidad de demostrarlo.  
Está claro que la experiencia es un grado y un punto a favor, pero para adquirirla primero hay que empezar a trabajar. Por eso, nuestro objetivo ha de ser persuadir y convencer, con buenos argumentos, por supuesto, y una vez conseguido, demostrarlo; nada de esto sirve si luego no tienes unas aptitudes y una profesionalidad adecuadas.

En estos tiempos de crisis (entendida como algo positivo, como cambio) debemos ser creativos, diferenciarnos en la medida de los posible del resto, y tornar ese cambio en algo positivo. Quizás no tengamos mucha o ninguna experiencia, pero podemos ofrecer mucho. Pregúntate qué puedes ofrecer tú. No te centres en tus deficiencias, todos "patinamos" en algo; céntrate en tus virtudes y exprímelas, dale la vuelta a la tortilla.

Fuente: actualidad.orange.es



lunes, 24 de septiembre de 2012

Sí, eres un zoon politikón.

Hola a todos y todas:

Hoy voy a hablaros de algo que, hasta hace tres días, era nuevo para mi y que considero ha de ser un must de todos los traductores y traductoras: los saraos traductoriles.

Como ya os comenté en la entrada anterior, mi documentación acerca de las cuestiones profesionales del traductor autónomo y en general, de todo lo relacionado con la profesión, proviene de la blogosfera, de los blogs de otros traductores. 
Así pues, todos estos profesionales aconsejan socializar con otros traductores. Participar en seminarios, talleres, conferencias, congresos, encuentros informales o webinarios es una buena manera de compartir experiencias profesionales, estar informado de las últimas novedades en una determinada área de especialidad o de hacer nuevos contactos profesionales. Pero no son los únicos beneficios de acudir a este tipo de eventos.

Hace unos meses me enteré, a través de las redes sociales, que en septiembre se celebraban las "Jornadas científicas y profesionales de traducción médica", organizadas por APTIC y TREMÉDICA. "Mmm, ¡qué buena pinta!" pensé, pero no me decidía a dar el paso. Hasta que, haciendo uso del último día habilitado para ello, realicé la inscripción. Y he de deciros que... ¡ha sido una de las mejores decisiones que he tomado! ¡Cuánta razón tenían y tienen todos esos profesionales! 

Así que nada, dicho y hecho. Hice el petate y cogí el avión rumbo a la ciudad condal, donde llegué sólo (con tilde, como defiende el gran maestro José Martínez de Sousa) con tiempo para darme una ducha y "salir pitando" hacia la sede de IDEC-Universitat Pompeu Fabra, donde se celebraron las jornadas. (Como era de esperar y siendo ya una tradición, me perdí al intentar salir del aeropuerto.)
Y nada más entrar, ¡zas!, plato fuerte: ¡la charla inaugural corre a cargo de José Martínez de Sousa! Yo estaba que no cabía en mi. Primera razón por la que me sentía inmensamente feliz de estar allí. E imagino que me entendéis a la perfección. Además de ser un maestro, un referente para  cualquier traductor, un profesional como la copa de un pino y el ídolo de muchos (de una servidora, por supuesto), Martínez de Sousa es una persona entrañable, y escucharle es siempre un placer.

También se encontraban otras personalidades, como Fernando Navarro, quien muy amablemente se ofreció a firmar y dedicar los ejemplares de su Diccionario crítico de dudas inglés-español de medicina que se sortearon el último día de las jornadas. O socios de Tremédica como Karina R. Tabacinic, que vino desde Argentina a iluminarnos con su ponencia y su preciosa voz, o Gustavo Silva, traductor en la OMS en Ginebra. Pero además, tuve la oportunidad de ver y escuchar a traductores experimentados que aportaban sus ideas, puntos de vista y opiniones y que, para quienes estamos empezando, suponen una inmensa fuente de sabiduría. Sin olvidarnos de los más jóvenes, de quienes una aprende como del que más y con quienes intercambiar experiencias.

Pero todos y cada uno de los ponentes se merecen un 11 sobre 10. Los temas fueron muy variados y la calidad de las ponencias, incuestionable.
No solo aprendí muchísimo sobre traducción, ciencia u ortotipografía; también pude ponerle cara a algunos de los tuiteros a los que sigo. Es una sensación extraña y a la vez increíble; es emocionante. Si nunca habéis acudido a un evento de este tipo, quizás penséis que estoy exagerando, pero creedme, no lo hago. 

Por supuesto, estos encuentros también sirven para conocer a posibles colaboradores y hacer nuevos contactos profesionales, pero quizás yo sea más romántica y me quede con la parte más humana. Porque sí, somos traductores, pero ante todo, somos personas. Y poder compartir con otros tus inquietudes, miedos, la pasión por tu trabajo, recibir o dar ánimos, todo eso no tiene precio (para todo lo demás, ya sabéis). Y quién sabe, a lo mejor hasta te llevas un amiguete :)
Como dijo la gran Gemma Sanza, la profesión del traductor autónomo ya no constituye una profesión solitaria como antaño. Afortunadamente, hoy en día contamos con las redes sociales, donde podemos intercambiar dudas, darnos apoyo moral o "gritar" cuando estamos agobiados. Y luego, tenemos estos encuentros profesionales (y personales, lúdicos), que nos  permiten interactuar cara a cara tanto con aquellos a quienes conocemos a través de twitter u otras redes sociales, como con aquellos que no conocíamos.

En definitiva, mi consejo, basado en ahora sí, mi experiencia personal, es acudir a eventos profesionales-sociales, por cualquiera de las razones anteriormente expuestas. No solo aprenderás mucho, además tendrás la oportunidad de hacer terapia de grupo ;) Seas estudiante, traductor novel o experimentado, este tipo de eventos supone siempre una experiencia enriquecedora.
Como muy bien decía Aristóteles (sí, ya sabéis que me encanta la filosofía, qué le vamos a hacer), el hombre es un zoon politikón, y si es traductor, aún más :) (eso lo digo yo, ea).

Y ya sí, para finalizar esta entrada, quiero reiterar mi enhorabuena y mis felicitaciones a todo el equipo de organización de las jornadas. Gracias por el entusiasmo con el que habéis trabajado y por la energía y "buen rollo" que nos habéis transmitido. 

Ahora... ¡a pensar en la próxima!

Visitando el Park Güell, tras las jornadas.


jueves, 13 de septiembre de 2012

Mamá, quiero ser traductora (autónoma).

¡Hola a todos y todas! Con esta entrada voy a comenzar mi diario, ese que os comenté en la presentación del blog.

Pues bien, como ya sabéis ( y si no, yo os lo recuerdo), un día decidí hacerme traductora autónoma. Sin embargo, esto no es cosa de un día ;). (A ver, Inés, no nos comas el talento y ve al grano). 
Bien, lo que quiero decir es que lo primero que uno tiene que hacer es aclararse, pensar bien y detenidamente si realmente quiere tomar este camino. Si algo bueno tienen los estudios en TeI es su carácter multidisciplinar (pero de esto ya hablaremos en otra entrada relacionada con las salidas profesionales). Y eso fue lo que hice. Después de un tiempo haciendo otras cosas y dedicándome a otros menesteres, me di cuenta de que no me sentía realizada con mi trabajo. No me disgustaba, me iba bien, pero no me sentía yo al 100%. Entonces me paré y me dije "vamos a ver, yo decidí estudiar TeI porque quería traducir. Entonces, ¿por qué no traduzco?" La respuesta no es sencilla, pero me alegro inmensamente de haberme hecho la pregunta. No hay nada peor que no cuestionarse a uno mismo de vez en cuando. Vivimos en un mundo muy frenético y, si no nos paramos de vez en cuando a cuestionar nuestra vida, corremos el riesgo de que nos arrastre.

Una vez tuve claro qué es lo que quería (y quiero) hacer, comencé la fase de documentación (¡suerte que fue una asignatura obligatoria de la carrera, la cual todos adorábamos!).
Actualmente, tenemos la suerte de contar en la red con cantidad de blogs escritos por profesionales de la traducción, muchos de ellos autónomos. ¡Cómo me hubiera gustado que "en mis tiempos" hubiera existido este fenómeno!
 No obstante, no puedo quejarme, porque ya en mi último año universitario, pude asistir a un módulo de orientación profesional para futuros licenciados en traducción e interpretación, organizado por la Facultad de Traducción e Interpretación de Granada y dos grupos de investigación, AVANTI y GRETI.
El módulo se componía de diferentes sesiones, talleres y mesas redondas donde se abordaban, entre otras, cuestiones relacionadas con estrategias de búsqueda de empleo, salidas profesionales y el trabajo del traductor autónomo. Pudimos conocer de primera mano las experiencias de traductores en plantilla, intérpretes, terminólogos, profesores y traductores autónomos, como Eugenia Arrés, quien además impartió las sesiones relacionadas con este colectivo.
Siguiendo con los blogs, gracias a ellos he ido recabando información sobre los requisitos, trámites, tareas o experiencias de un traductor autónomo, el panorama actual de la traducción (dependiendo del área de especialización) o recursos interesantes. Por lo tanto, gracias a esos traductores que, desinteresadamente comparten sus experiencias y conocimientos acerca de esta profesión, he sido capaz de comenzar mi andadura por estos barrios. Bueno, gracias a ellos y a una amiga a la que estaré eternamente agradecida por sus consejos (many thanks, Ana). Uno de estos consejos fue que hiciera saber a mis conocidos y gente cercana que soy traductora. Pues bien, gracias a ese consejo, ayer fui al médico y salí de la consulta con la buena noticia de que mi salud se está portando bien , además de con un trabajo bajo el brazo :)

Resumiendo, mis dos primeros consejos para aquellos que quieren iniciarse en esta profesión son:

1. Piensa y medita si este es el camino que quieres seguir, el que piensas y sientes que te hará feliz y sentirte realizado.

2. Documéntate, busca información sobre la profesión (requisitos, trámites, tareas, etc). Así que, aparte de consultar blogs de traductores, estudiantes de traducción, profesores, etc., trata de estar informado sobre posibles charlas, cursos, seminarios, conferencias en tu universidad (si aún eres estudiante) y acude. Muchos de los autores de blogs sobre traducción dan cursos, ponencias, talleres o charlas, que posiblemente anuncien en sus blogs, así que ya sabes ;)

Y bueno, para aquellos que no se sienten cómodos con lo que están haciendo actualmente, o que aún no tienen claro qué es lo que quieren hacer una vez concluidos sus estudios, aquí les dejo una cita de Steve Jobs:
“Your work is going to fill a large part of your life, and the only way to be truly satisfied is to do what you believe is great work. And the only way to do great work is to love what you do. If you haven’t found it yet, keep looking. Don’t settle. As with all matters of the heart, you’ll know when you find it. And, like any great relationship, it just gets better and better as the years roll on. So keep looking until you find it. Don’t settle.” (Stanford commencement speech, June 2005).


jueves, 6 de septiembre de 2012

Breve descripción de una servidora

Desde bien pequeñita me gustaba mucho escribir
Bueno, hoy toca presentarme y escribiros un poco sobre mi. 

Me llamo Inés (eso creo que ya lo sabéis) y tengo 28 años. Soy andaluza, de la provincia más occidental, Huelva o "Huerva", como decimos los onubenses o "choqueros".

Desde pequeña quise ser traductora (mentira cochina). No, en serio, voy a pasar por alto qué quería ser de niña, ya que de lo contrario podríais tomarme por más loca de lo que realmente estoy ;)
Lo que sí he de decir es que desde bien pequeñita me gustaba mucho escribir e inventar cuentos y relatos. Lo hacía como entretenimiento y ya en el instituto mi profesora de lengua española me animó a presentarme a un concurso literario, del cual fui ganadora (¡dejaron que me metiera en la biblioteca del centro y cogiese los libros que deseara! Y me hice con media colección de las aventuras de Flanagan).
De todas maneras, no tenía muy claro qué quería estudiar. Así que, ya en bachillerato, pensé que Periodismo sería una buena opción. Y sí, me gustaba la idea. Pero un día, una amiga me comentó que su hermana estaba estudiando Traducción e Interpretación en Granada y me dije "¿por qué no?". Por otro lado, en una de las sesiones de orientación profesional que nos dieron en el instituto, me aconsejaron que desechara Periodismo por ser una carrera con un elevado nivel de intrusismo profesional (¿acaso existe alguna profesión donde no lo haya?). Así pues, finalmente opté por estudiar Traducción e Interpretación en Granada, ya que me encantaba el inglés.

Tras concluir mis estudios de grado, seguí con un posgrado en subtitulado para personas sordas y personas con discapacidad auditiva y audiodescripción para personas ciegas y personas con discapacidad visual, el cual me encantó.
Descubrí que el mundo de la accesibilidad a los medios de comunicación era un campo que necesitaba (y necesita) muchísima investigación. ¡Afortunada de mi que tuve la oportunidad de colaborar en el proyecto de investigación de una colega y viajar a Barcelona para exponerlo en el III Congreso de AMADIS!).

Entre tanto, realicé un curso básico de Lengua de Signos Española, más tarde el CAP, mandé currículos a empresas y agencias de traducción, hice pruebas de traducción y de otro tipo (ya hablaré en otra entrada sobre las distintas salidas profesionales que ofrece nuestra licenciatura), acudí a entrevistas, hice las maletas y me fui a Inglaterra, donde decenas de chicas esperaban ansiosas a su nueva auxiliar de conversación española. :O Trabajé en el campo de la docencia y hasta hice migas con las oposiciones.
Hasta que, siguiendo el consejo que un compañero inesperado de viaje me dio en The Elephant House (Edimburgo), me alejé de mi vida y me senté a contemplarla desde la distancia. Y lo que vi no es que me disgustara horrores; simplemente no estaba viviendo MI vida.

Me gustaría transmitir a todas las personas, en especial a aquellas que aún no han acabado sus estudios, que no hay que sentirse mal por no saber, desde un principio, qué es lo que verdaderamente hace feliz a uno. Dudar es natural, es una cualidad intrínseca del ser humano (bajo mi punto de vista, ¿vale?), y de hecho creo que sin la duda el progreso no sería posible ("estudiaste a Descartes en filosofía, ¿eh?"). 
Nos sueltan en esta jungla llamada mundo y, pese a quien le pese, hemos de aprender por ensayo-error; las cosas no han cambiado tanto.
Uno está aquí para aprender y para hacerlo, ha de arriesgarse. Arriesgarse a "equivocarse" o tomar otros senderos, que no siempre tienen por qué excluir a otros. Y precisamente ese afán por aprender, por superarse, esa inquietud por explorar mundos nuevos, por borrar de su vocabulario personal la palabra IMPOSIBLE, por ponerse a prueba y por asumir riesgos (con responsabilidad, claro está) son cualidades características de los traductores.
Es una profesión muy bonita si se poseen esas cualidades, además de otras, pero, ¡ojo! todo tiene sus pros y sus contras. Hay que ser consciente de que se debe trabajar muy duro, ser muy meticuloso, paciente, consciente de nuestras limitaciones y sobre todo, humilde.

¡¿Pero esto qué es?! Todo comenzó como una breve descripción sobre mi, ¡y casi termino montando un consultorio! ;)
Como veis, podría pasarme horas escribiendo, pero entonces esto perdería la gracia y vosotros el interés. Así que, con esto y un bizcocho, ¡a esperar otro tocho!

A bit of me








miércoles, 5 de septiembre de 2012

Presentación e inauguración del blog

Hola a todos y todas (¿o debería escribir a todas y todos?):

Me llamo Inés y, desde este momento, queda inaugurado mi primer blog sobre traducción :)

El blog nace, en primer lugar, a modo de diario profesional. ¿Diario profesional? Sí, pues de momento me servirá para ir relatando mi andadura hacia el estatus de traductora autónoma.
No obstante, también servirá para publicar aquellas noticias relacionadas con la profesión que considere de interés, recursos interesantes u opiniones sobre cualquier aspecto relacionado con la traducción profesional o la formación. En definitiva, no pretendo hacer nada nuevo; si seguís o sois autores de otros blogs sobre traducción, sabréis de lo que hablo :)

¿Por qué Si piensas en olvidar, ¡olvídate de traducir!?

Bien, además de porque me encanta hacer juegos de palabras y cambiar los ya existentes, pues porque me inspiró una idea, un pensamiento, una creencia más bien, que he adquirido con el paso de los años (no, aún no soy del club de los 30).

Básicamente, la idea es que todo lo que aprendemos o hacemos nos sirve, aunque en un principio pensemos que no es así o ni siquiera logremos verlo alguna vez.
Todos hemos escuchado o dicho en alguna ocasión eso de "¿para qué voy a estudiar esto si no es lo que voy a hacer en la vida?" o "¡si esta asignatura no tiene nada que ver con la carrera!" o "¿para qué quiero yo saber matemáticas si voy a ser maestra de francés?" ¡Ay, mis queridos niños!¡Qué "equivocaitos" estáis!
Casi todo, o incluso me atrevería a decir que todo lo que aprendemos nos sirve en algún momento de nuestra vida. Son pequeñas experiencias, pequeños objetos que vamos metiendo en nuestra mochila invisible y que yo llamo bagaje cultural.
En cuanto a lo de desechar cosas, conocimiento, experiencias, por el mero hecho de que no ajusta a "lo que voy a hacer en la vida", ¿qué puedo decir? Quien haya terminado haciendo (de primeras) aquello que pensaba que haría cuando tenía 15 añitos, por favor, que me replique.

Por otra parte, la idea que ha inspirado el título de este blog me define a la perfección. He hecho muchas cosas distintas en mi vida, he cambiado de opinión en más de una ocasión (y de dos y de tres) y todas han ido conduciéndome hasta aquí. Si hubiese querido hacer esto antes, en otro momento de mi vida, no hubiera podido, o no hubiera estado lo suficientemente preparada. ¿Acaso no consiste la vida en eso, en experimentar, ir conociéndose a uno mismo, ir encontrando aquellas parcelas en las que uno se va sintiendo más cómodo? Yo pienso que sí, que para encontrarse con y a uno mismo, es necesario perderse. O experimentar, porque a fin de cuentas, nadie es experto en vivir, todos lo hacemos una sola vez en la vida. Y estamos aquí para aprender, y para aprender hay que "equivocarse" (experimentar, en mi humilde opinión).

Y puesto que estamos aquí para aprender, ¿por qué no aprender juntos y unos de otros? ¿Te apuntas?